Según el diario económico El Economista, la Agencia Tributaria ha iniciado inspecciones masivas en despidos de trabajadores próximos a la jubilación, ante sospechas de acuerdos ocultos entre empleadores y empleados. En estos acuerdos, se simula un despido improcedente para otorgar una indemnización al empleado, permitiéndole sustentarse económicamente hasta la jubilación. La distinción es crucial ya que la indemnización por despido está exenta de tributación en el IRPF hasta los 180,000 euros, a diferencia de los acuerdos de cese que sí deben tributar. La iniciativa busca verificar la naturaleza de estos despidos y garantizar la correcta tributación de las indemnizaciones.